verdes-grises

No me olvido de tu mirada, ni de tus abrazos, ni de tus ojos verde-grises, ni de tu voz, ni de nuestras manos juntas, ni de tu manera de sacarme una sonrisa, ni de nuestras apuestas, ni de nuestros abrazos en silencio, ni tus continuos “quiero-verte-ya”, ni de nuestro frio en pleno mes de agosto, ni de tus manos, ni de nuestros “esto-es-un-empate-pero-he-ganado-yo”, ni de los besos en medio de la carretera, ni de tu boca, ni de tu manera de reírte, ni de tus “yo-tambien”, ni de las pajarerías, perros, gatos, ni de las canciones, ni de los bancos a la salida del metro, ni de la desesperación a un día de vernos, ni de los gatos que nos vigilan, ni de las llamadas hasta las tantas, ni de tus te quiero, ni de nuestros parecidos, ni de nuestras risas continuas, ni del suave olor que me dejas en mi ropa, ni de los helados de fresa y no de chocolate, ni de los kioscos de comida y no de periódicos, ni de tus silencios y enfados, ni de tus “donde-tu-me-lleves”, ni de tu tatuaje, ni de tu manera de sorprenderme, ni de tus “no-te-vayas-dame-un-beso”, ni de las llamadas para despertarte, ni de nuestra despedida, ni de los últimos treinta minutos, ni de la mirada envidiosa de la gente, ni de ti, tampoco quiero olvidar nuestros reencuentros, ni nuestras miradas, ni de tus ojos sobre los mios, ni del frio, no me quiero olvidar del frío, un motivo mas para abrazarte… no quiero olvidarte, no quiero, quiero seguir tirada en el césped a tu lado, y que la gente nos mire, quiero perderme contigo entre las calles vacías de Madrid, o llenas, quiero escribirte siempre, poemas de papel… y quiero marearme contigo, y darte la mano y correr mientras tu me sonríes, quiero ser capaz de no mirarte y temblar, quiero que me abraces fuerte, como siempre lo haces, y quiero ser para ti un comienzo y un final, para ti quiero serlo todo.