He perdido los guantes y con ellos la cordura...

Tenerte junto a mí me hace diferente. Imaginé algo contigo, pero en menor tamaño. Yo no pedía besarte todos los días, si no que deseaba algún beso en ocasiones concretas… y tu hiciste de esto algo maravilloso, entre miradas me ahogo mientras que tus besos son regalados todos los medio-dias, créeme cuando te digo que esta obsesión por ti se está apoderando de mí, y que sueño contigo, sueño siempre contigo. Calienta mi invierno, y dame la mano al andar, dame la mano… he perdido los guantes y con ellos la cordura, y ya no soy capaz de pensarte sin volver a temblar como cuando te di el primer beso y fui tuya.